Las dos caras de una moneda

Mientras numerosas compañías dejan Rusia por la invasión a Ucrania; el resto del mundo, mediante Airbnb, se solidariza con los ucranianos.

Cada vez aumenta más la lista de las multinacionales que abandonaron Rusia o decidieron paralizar sus operaciones comerciales en el país, tras su invasión a Ucrania, en el marco del conflicto bélico que mantiene en vilo a todo el mundo por la gran cantidad de muertos, la destrucción de distintas ciudades y el éxodo masivo de personas que intentan salvar sus vidas.

Más allá de las sanciones de la Unión Europea (UE) a los grandes magnates rusos, de los fuertes desplomes del rublo (hasta el momento está en más de un 60%) o de la paralización de la bolsa nacional, la economía rusa sufre una salida en masa de grandes multinacionales de todos los sectores.

Las últimas compañías internacionales que decidieron suspender todas sus operaciones en Rusia son las estadounidenses de tarjetas y medios de pago Visa y MasterCard.

Ambas empresas anunciaron que sus tarjetas ya no funcionarán para hacer compras fuera del país, y que aquellas que fueron emitidas por bancos rusos dejarán de operar en los comercios y cajeros del país.

«Nos vemos obligados a actuar tras la invasión no provocada de Rusia a Ucrania y los eventos inaceptables que hemos presenciado», aseguró Al Kelly, presidente y director ejecutivo de Visa.

«Esta guerra y la amenaza constante a la paz y la estabilidad exigen que respondamos de acuerdo con nuestros valores», agregó.

Visa y MasterCard se suman también a Inditex, que el último sábado decidió suspender sus actividades en las 502 tiendas que tiene en Rusia, así como las operaciones de forma online.

«En las actuales circunstancias no podemos garantizar la continuidad de las operaciones y de las condiciones comerciales en la Federación Rusa», sostuvo la empresa.

 

Tecnología

En los últimos días los gigantes Google y Microsoft decidieron pausar por completo su mercado de publicidad digital en Rusia, lo que afecta a una multitud de empresas que se publicitan en su plataforma.

«A la luz de las extraordinarias circunstancias, estamos pausando los anuncios de Google en Rusia. La situación está evolucionando rápidamente, y seguiremos compartiendo actualizaciones cuando sea apropiado», indicó un portavoz de Google en un comunicado.

Por su parte, Microsoft confirmó que suspende las nuevas ventas de productos y servicios en Rusia. «Como el resto del mundo, estamos horrorizados, enfadados y tristes por las imágenes y noticias procedentes de la guerra en Ucrania y condenamos esta invasión ilegal, no provocada e injustificada de Rusia», explicó el presidente, Brad Smith.

Los rusos ya no podrán comprar las videoconsolas Xbox y sus servicios asociados ni tampoco podrán adquirir ningún otro tipo de hardware como las tabletas Surface. Entre los principales servicios de Microsoft se encuentran su servicio en la nube Azure y su gama de programas para ofimática Microsoft Office.

Intel y AMD, en tanto, también decidieron no enviar procesadores a Rusia. El fabricante aeronáutico Boeing suspendió sus operaciones en Moscú y cerró su fábrica en Ucrania. Ericsson y Nokia, por su parte, también han abandonado el país.

 

Textil

Las marcas deportivas Nike y Adidas también tomaron medidas. La empresa norteamericana suspendió los envíos al no poder garantizar su entrega, mientras que la alemana rompió su patrocinio con la selección y los clubes rusos.

Asimismo, la firma textil sueca Hennes & Mauritz (H&M) interrumpió temporalmente sus ventas en Rusia, al igual que el grupo joyero Tous, que no va a operar por el momento en el país, tanto en sus tiendas físicas como de ventas online.

Tendam, el grupo propietario de marcas como Cortefiel, Springfield o Pedro del Hierro, entre otras, comunicó en las últimas horas la suspensión de la actividad en sus 50 establecimientos en el país, en los que trabajan unas 400 personas. Lo mismo hicieron Mango, Chanel, Hermés, Prada y todo el grupo LMHV.

Por último, Ikea también interrumpió -de manera temporal- sus operaciones en Rusia: tanto las importaciones como las exportaciones de y desde Rusia y Bielorrusia, con un impacto directo sobre alrededor de 15.000 trabajadores.

 

Industria

General Motors, Audi, Porsche, Harley-Davidson y Volskwagen son algunas de las marcas que suspendieron el envío de vehículos a terreno ruso.

BMW cerró su producción y venta en Rusia; en tanto que Ford también se sumó al veto al país.

Otras marcas como Renault o el grupo Stellantis (Citroën, Opel y Peugeot), que tienen importantes fábricas afectadas, se vieron obligadas a parar la producción de automóviles; mientras que Boeing y Airbus suspendieron el apoyo y los servicios para las aerolíneas rusas.

 

Deporte

El mundo se volcó en el veto masivo. La Fórmula 1, tras suspender el Gran Premio (GP) de Rusia, aseguró que no habrá más carreras en el país hasta que no cese el conflicto con Ucrania.

En el fútbol, la FIFA eliminó a Rusia de sus competiciones, tanto en la rama masculina como en la femenina, entre las que están el Mundial de Qatar 2022; mientras que la UEFA hizo lo propio con los clubes rusos en las competiciones europeas, una decisión que solo afecta al Spartak de Moscú, mientras que, en baloncesto, la Euroliga expulsó a los rusos Zenit, CSKA y Unics Kazán.

Por su parte, el Comité Olímpico Internacional (COI) amplió a Bielorrusia, país aliado de Rusia en el conflicto, sus peticiones y solicitó «que las federaciones deportivas internacionales y los organizadores de eventos deportivos no inviten ni permitan la participación de atletas y funcionarios rusos y bielorrusos».

En la misma línea, la Federación Internacional de Tenis (ITF) expulsó a ambos países de las competiciones internacionales, mientras que la ATP y la WTA permitirá participar a los tenistas rusos y bielorrusos, pero sin representar a sus banderas. Uno de los casos más significativos en este sentido es el del tenista Medvedev, número uno del mundo en la actualidad.

 

Sistema bancario y bolsa

La Unión Europea (UE) excluyó a siete bancos rusos del sistema de mensajería para transferencias bancarias Swift. Pero decidió dejar dentro del sistema a dos de las tres principales entidades: Sberbank (el principal banco del país y controlado por el Estado rusos) y Gazprombank, el tercero más importante.

En concreto, las entidades financieras rusas afectadas por las medidas de la UE son Bank Otkritie, Novikombank, Promsvyazbank, Bank Rossiya, Sovcombank, Vneshconombank, y VTB BANK.

A pesar de no verse afectado por la exclusión del sistema Swift, Sberbank anunció su salida del mercado europeo como consecuencia del impacto sobre sus filiales en el Viejo Continente de las sanciones impuestas por Occidente, incluido el cierre de su subsidiaria Sberbank Europe.

En tanto, London Stock Exchange Group (LSEG), el operador de la Bolsa de Londres, suspendió la negociación de los títulos depositarios representativos de acciones extranjeras (GDR) de 27 compañías rusas o fuertemente vinculadas a este país, incluyendo los certificados de empresas tales como Gazprom, Sberbank, Lukoil o Rosneft.

 

Energía

La petrolera ExxonMobil dejó de explotar los yacimientos en terreno ruso y cesó sus inversiones en el país. De esta manera se une a Shell, BP, Equinor o TotalEnergies en la decisión de abandonar Rusia.

También en el terreno energético, Alemania paralizó el proceso de aprobación del gaseoducto Nord Stream 2, una infraestructura estratégica para trasladar suministro desde Rusia.

Por tal motivo, Nord Stream 2 AG, propiedad del gigante energético estatal ruso Gazprom y constructora del gaseoducto, se declaró en bancarrota.

 

Sector marítimo

Maersk Line, uno de los principales operadores de transporte marítimo de mercancías, suspendió temporalmente las nuevas reservas de carga «hacia y desde Rusia», con la excepción de alimentos, suministros médicos y humanitarios.

También la japonesa Ocean Network Express (ONE) interrumpió sus operaciones en la zona en conflicto; mientras que MSC Cruceros suspendió sus escalas en San Petersburgo.

 

Audiovisual y redes sociales

Netflix rechazó la nueva ley audiovisual del país, que obliga a los servicios de streaming con más de 100.000 usuarios a emitir 20 canales de televisión rusos que incluyen propaganda.

La plataforma paralizó sus producciones originales rusas, así como la adquisición de derechos para futuros proyectos en el territorio.

Disney, Sony, Universal, Paramount y Warner Bros se sumaron al bloqueo a Rusia y cancelaron sus estrenos en el país.

Red -de Pixar- fue cancelada, al igual que el nuevo film de Warner, The Batman. En tanto que Doctor Strange in the Multiverse of Madness, la nueva película de Marvel, podría ver afectado su estreno.

Asimismo, las plataformas de las operadoras de telecomunicación en España dejaron de emitir la cadena de televisión internacional de noticias financiada por el estado ruso Russia Today (RT) y la retiraron de la lista de canales tras hacerse oficiales las sanciones de la Unión Europea (UE).

Además, Movistar y Vodafone también aplicaron inmediatamente la medida, con la cancelación de las emisiones en Europa de la agencia rusa Sputnik y de RT, a las que acusan de ser instrumentos de desinformación del presidente Vladimir Putin. Las sanciones a estos medios de comunicación estarán vigentes hasta que cese la agresión rusa a Ucrania.

En la misma línea, las redes sociales Twitter, Instagram y TikTok bloquearon el acceso a las cuentas oficiales de RT y Sputnik, medida similar a la adoptada por Google, YouTube y Facebook.

Por último, Apple suspendió las ventas en Rusia. Además, bloqueó Apple Pay y deshabilitó el mapa de Ucrania en terreno ruso. También eliminó de Apple Store la opción de descarga de RT y Sputnik.

 

Airbnb en Ucrania

Una iniciativa solidaria creció en los últimos días exponencialmente a partir de las redes sociales. En Airbnb, se reservaron 61.000 noches de estancia en casas particulares de Ucrania para enviar dinero rápido a las personas asediadas por la invasión rusa.

La guerra se transmite y retransmite en vivo, por medios tradicionales, por redes sociales de manera continua en todo el mundo.

La relativa cercanía del drama ucraniano despertó una ola de solidaridad internacional llena de ideas ingeniosas para enviar ayuda a los ciudadanos asediados por el ejército ruso.

Una de ellas surgió a partir de varias personas en redes sociales: reservar y pagar estancias en Ucrania de la compañía de alquileres particulares Airbnb para hacer llegar de manera rápida -en 24 horas- dinero a gente en la exrepública soviética.

Claro que no son tiempos para visitas turísticas a Ucrania y por eso quienes hacen la reserva mandan el mensaje explicando de que no la van a hacer efectiva, sino que solo quieren contribuir para ayudar a una población que no puede recibir salarios y que tiene acceso a lo más básico para vivir.

«Ahora no tenemos ninguna fuente de ingresos. No podemos pedir a nuestro país que nos ayuden porque todos los recursos están destinados a la guerra y a la victoria», contó Ekaterina Martiusheva, una de las anfitrionas de Kiev que recibió ayuda ciudadana mediante Airbnb.

«Solo el pasado miércoles y jueves se reservaron más de 61.000 noches de estancia en Ucrania y la cifra total de dinero enviado por esta vía asciende a casi $2 millones de dólares», según explicó Airbnb.

La mayoría busca apartamentos especialmente pequeños o habitaciones compartidas, para tratar de que el dinero llegue a las personas con menos recursos.

No obstante, todos los ucranianos están en gran necesidad, porque o están tratando de huir del país bajo las bombas de la aviación y la artillería rusas, están refugiados en países vecinos, o se ven asediados en sus ciudades con cada vez más limitado acceso a los bienes básicos.

 

100.000 alojamientos para los ucranianos que huyen de la guerra

Airbnb suspendió sus operaciones en Rusia y Bielorrusia en respuesta a la invasión de Rusia a Ucrania, no solo como una muestra de solidaridad con el pueblo ucraniano sino también para evitar violar las sanciones impuestas por Estados Unidos y los aliados de Occidente.

Días antes, su fundación, Airbnb.org, informó que ofrecerá alojamiento gratis a 100.000 refugiados que huyeron de Ucrania a países vecinos como Polonia o Rumanía.

Los directivos de la compañía enviaron cartas a los gobiernos de Polonia, Alemania, Hungría y Rumanía, entre otros países europeos, para facilitarles «la acogida de refugiados dentro de sus fronteras», según un comunicado.

La suspensión de la operación de Airbnb en Rusia y Bielorrusia, cuyo Gobierno es aliado de Moscú y permitió el tránsito de efectivos militares rusos hacia Ucrania, se suma a la ola de medidas similares adoptadas por otras empresas estadounidenses y europeas.

Airbnb adelantó que dará información en los próximos días para los caseros que quieran ayudar a los refugiados ucranianos con estancias gratuitas o descuentos.